Tiene pocos secretos y mucho sentido común. Cuanto más fina cortes la
fruta o la verdura y cuanto menos agua contenga en su estructura, menos
tiempo de exposición solar. Entonces, se corta en rodajas, se ubica en
rejillas aptas para alimentos para que circule el aire, y se deja al
sol. Si podés, con un tul encima para evitar la tentación de los
insectos. Un día, dos días, tres días... hasta que veas que el vegetal
ya está firme y seco. Cada día, cuando baja el sol, lo dejás en lo
posible en lugar cerrado. Y si justo llueve o se nubla, le das un toque
unos minutos en horno bien a mínimo, cuidando de que no se cocine,
simulando la acción del sol. Es importante que día tras día reciban un
suave calor que les permita concentrar sus nutrientes y liberar su
humedad. Luego, a envasarlo. En frascos de vidrio, al vacío, en
contenedores aptos para alimentos.
Fuente:
http://www.rionegro.com.ar/yo-como/recetas/asi-deshidrato-frutas-y-verduras-en-casa-que-luego-uso-en-mis-comidas-CC3444532